13 de marzo, 2014
Correo del Orinoco
“Nos estamos preparando para la guerra porque queremos la paz. Hoy más que nunca este adagio coincide con la realidad”, afirmó el diputado William Fariñas durante su participación en el Seminario de Guerra de Cuarta Generación: ¿La estamos viviendo en Venezuela?, que organizó la Comisión Permanente de Defensa de la Asamblea Nacional.
Nos mueve el deber de patriotas, bolivarianos y revolucionarios, pero sobretodo, la moral de defender nuestra soberanía. Está en juego la estabilidad de nuestra Patria y la guerra es un escenario que se puede presentar, aseguró el parlamentario socialista.
En ese contexto, Fariña hizo alusión a la canción de Alí Primera: “la inocencia no mata al pueblo, pero tampoco lo salva. Lo salvará su conciencia”… “Esa conciencia es la que nos mueve a educar a nuestro pueblo en estos temas, mas cuando el bombardeo mediático ha sido sistemático y dirigido con la finalidad de desprestigiar nuestra Nación, señaló.
La preparación masiva y canalla que se ha hecho para desprestigiar a nuestra Nación y Gobierno. Es la guerra mediática más falsa que se ha llevado a cabo en los últimos tiempos. “Nunca habíamos tenido una guerra tan falsa y mediática”, insistió.
Por su parte, el diputado y jefe de fracción parlamentaria del Partido Socialista Unido de Venezuela, Pedro Carreño, contextualizó la situación y afirmó que tras la muerte de “Juancho” Montoya, dirigente del colectivo de 23 de Enero, sectores de la derecha buscan provocar la guerra sociológica de los colectivos. “No lo lograron porque nuestra actitud se rige en la construcción de la Patria”, dijo.
El vicerrector académico del Iaeden, G/B Rafael Aguana, desarrolló el método de acciones no violentas de Gene Sharp, científico de la política estadounidense que está dirigido a derrocar aquellos gobiernos considerados dictatoriales.
Explicó que la puesta en marcha de estas acciones de oposición “pacífica” o intentos de convencimiento que incluyen expresiones verbales, operaciones de no cooperación o intervención que se dirigen al plano psicológico, político, económico y social. Todo esto debilitando progresivamente sus pilares de legitimidad: apoyo popular y apoyo institucional.
“Las estrategias de no cooperación o de una intervención extranjera se expresan principalmente en huelgas, vigilia, cacerolazos, presión a la autoridad, boicot político y electoral” concluyó.
T y F/ Prensa AN.
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