10 de enero, 2014
Fuente: Colapso Global
Mientras el ministerio de interior al mando del meapilas del Opus Dei Jorge Fernández Díaz se cubre de ridículo deteniendo abogados vascos, el ministro de exteriores Margallo se reúne en Córdoba con la flor y nata de los terroristas rebana cuellos que están ensangrentando Siria, por lo que cabe hablar con toda propiedad del gobierno español como de un «gang» esquizofrénico al servicio de intereses extranjeros tanto en lo económico como en lo militar – Banco Central «Europeo», OTAN-, así como en lo «moral» de la mano de la Santa Iglesia Católica, Apostólica, Romana, quema herejes y roba patrimonios; sirva como ejemplo que la Mezquita de Córdoba está en manos y a nombre de la iglesia gracias a un trámite que le ha costado unos treinta euros…
22/08/2012
Por hundido que esté el mercado inmobiliario, pagar 30 euros por la propiedad de la mezquita de Córdoba es más que una ganga. La cuestión no está en los 30 que pagó el Obispado de Córdoba por matricular este monumento nacional en el registro de la propiedad. El escándalo está en el camino privilegiado a través del cual, desde hace seis años, la Iglesia católica está inscribiendo centenares de fincas. El artículo 206 de la Ley Hipotecaria es un regalo del Gobierno de Aznar a la Iglesia católica española. En él se determina el privilegio «del Estado, la provincia, el municipio y las corporaciones de derecho público (…) a inscribir el dominio de los bienes inmuebles que les pertenezcan mediante certificación». Pero fuera de la Administración Pública todo es privado… o debería serlo. Porque si usted o yo entendemos que determinado terreno o inmueble nos pertenece, debemos iniciar un complejo procedimiento en el que, tras citarse a colindantes y terceros en general, el juez resolverá si la propiedad reivindicada pertenece a quien la pide y, en ese caso, ordenará la inscripción a su favor en el registro.
Pero España es un país peculiar donde el Estado crea y permite situaciones bastardas en las que se contempla a la Administración Pública, al ciudadano de a pie… y a un asombroso mixto que es la Iglesia católica, apostólica y romana, a la que se da categoría de Administración, que por simple certificación del obispo, el registrador de la propiedad deberá inscribir el título que se le reclama en calidad de propietario. ¿Se imaginan ustedes lo que hubiera sucedido si semejante trato incomprensible y privilegiado se otorgara a todas las confesiones religiosas reconocidas? Pues eso, que hoy tendríamos la mezquita de Córdoba inscrita a favor del imam de Albaicín. Estrambote: al nefando artículo 206 de la Ley Hipotecaria el Gobierno progresista y laico de Zapatero no le tocó ni un pelo. Porque una cosa es hablar, y otra hacer.
Javier Nart, abogado.
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Uno de los terroristas que ha recibido el señor Margallo es un tal Moad al Jatib, un perfecto desconocido en el mundo demócrata, pero muy conocido en el mundo del espionaje manejado por la CIA y el Mossad, así como por los servicios secretos de la gran democracia Saudita y la no menos Qatarí, luz y faro de la defensa de los derechos humanos en el mundo.
Aquí los dos pájaros citados:
Y aquí algunos daños colaterales provocados por el apoyo de Occidente- España incluida- a las bandas terroristas infiltradas en Siria.
Ajuste de cuentas entre bandas terroristas en la ciudad de Alepo en el día de ayer:
A ver si esto también ha sido obra de ETA… Observen que los cadáveres están maniatados, lo que constituye un crimen de guerra que nadie denuncia y nadie ve pues los intereses económicos y geoestratégicos priman por encima de cualquier otra consideración.
Está visto que no se puede dejar un país en manos de una banda de sacristanes integristas a quienes se les ha aparecido el espíritu santo en forma de gaviota. Y luego hablan de fundamentalismo los miembros de una secta fundamentalista «cristiana»…
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