Fuente: Amine Sadek – Algerie Patriotique
Los países emergentes, reagrupados en la actualidad alrededor del BRICS. se aprestan a cambiar el orden económico mundial. Rusia, China, Brasil, India y Sudáfrica parecen decididos a desafiar la hegemonía occidental y sobre todo estadounidense.
Un punto fundamental para cambiar esa situación es el de poner fin al dominio del dólar estadounidense en las transacciones financieras internacionales.
Durante la próxima cumbre del BRICS, prevista para mediados de julio en Fortaleza, Brasil, los participantes abordarán dos asuntos que molestan especialmente a los norteamericanos: la divisa a utilizar en los intercambios entre ellos y la creación de un banco de inversiones que intentará jugar un papel similar al de las instituciones internacionales controladas por EEUU: el FMI y el Banco Mundial.
¿Por qué estas cuestiones molestan a los norteamericanos? Porque se trata de dos dossiers que afectan directamente a los intereses financieros de EEUU, dado que el dólar es la principal moneda utilizada en las transacciones comerciales y financieras internacionales. En este sentido, la sustitución del dólar por otras monedas sería un golpe duro para la economía estadounidense, que extrae enormes beneficios de esta hegemonía de su divisa.
Los BRICS son estados que se benefician de un enorme crecimiento y se disponen a reforzar sus filas con un nuevo miembro, Argentina. En el curso de la cumbre brasileña, los BRICS podría crear oficialmente el Banco de Desarrollo de los BRICS. El tema ya fue tratado durante la reunión celebrada en marzo en Sudáfrica. El banco, cuya dotación inicial debería situarse en unos 50.000 millones de dolares (10.000 millones de dólares de cada miembro), estará destinado a prestar fondos para proyectos de infraestructuras.
Aunque las primeras dotaciones están previstas en dólares estadounidenses, los miembros del BRICS discuten ya la perspectiva de hacer funcionar la institución con una única o más monedas diferentes del dólar teniendo en cuenta además que los miembros del bloque han decidido ya recurrir a sus monedas respectivas (el rublo ruso, real brasileño, yuan chino, rupia india y rand sudafricano) en los intercambios entre ellos.
“Como Vds. saben, el pasado año, durante la cumbre de Nueva Delhi, hemos firmado un acuerdo, de banco a banco, a fin de que los intercambios se hagan en divisas locales de los países del BRICS”, dijo un responsable sudafricano.
Recientemente, Nigeria, que no es estado miembro del BRICS, ha decidido utilizar el yuan chino como una de sus monedas de intercambio. Simon Freemantle, analista financiero en el Standard Bank, cree que China puede utilizar el banco del BRICS para posicionar su moneda. “Creo que el objetivo del Banco de China es el de utilizar esa nueva institución financiera como un medio de reforzar la internacionalización del yuan.”
El uso del yuan como divisa del comercio internacional es una consecuencia lógica del crecimiento de China como primera potencia económica mundial y del desarrollo rápido de Rusia, cuyo poder económico, militar y político en el mundo no deja de crecer.
China no oculta su ambición de ir a la conquista de mercados que hasta hace poco eran cotos exclusivos de EEUU y Europa Occidental. Recientemente, por ejemplo, China mantuvo una reunión con cuatro países que dirigen ahora la CELAC (Cuba, Ecuador, Costa Rica, y San Vicente y Granadinas), un bloque de 33 países de América Latina y el Caribe. El encuentro giró en torno a la creación del Foro China-Celac.
A ello hay que añadir la decisión de Rusia de establecer un sistema propio de pagos, eliminando así la influencia de varias compañías de crédito estadounidenses de su economía, con el fin de evitar los efectos de las sanciones económicas occidentales contra el país.
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