El asesinato de Muamar Gadafi abrió la puerta a la recolonización de África. Y la prensa corporativa, tan amoral y también tan falsa, celebró su muerte.
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En mi obra Estados Unidos y el respeto a otras culturas y países, comentaba el importante papel que el Africom tenía destinado para controlar al continente africano.
Ya desde el año 2006 EE.UU. tenía especial interés en crear un nuevo Comando unificado militar en África, que abarcaría a todo el continente menos a Egipto, un país ya especialmente vigilado por Washington. En 2008 realiza su declaración de ser y su situación en el esquema de la gran potencia. 1
AFRICOM, uno de los seis cuarteles generales regionales del Departamento de Defensa, fue declarado un comando completamente unificado el 1 de octubre de 2008. Como tal, el Mando Africano tiene responsabilidad administrativa para el apoyo militar a la política del Gobierno de EE.UU. en África, que incluye relaciones militares con 53 naciones africanas. 2
Presentado de cara al público como una forma de combatir el terrorismo, supuestamente de Al Qaeda, y también de ayuda humanitaria, no puede esconder para cualquier analista con unos mínimos conocimientos que su objetivo es otro bien distinto.
En realidad en África hay unos intereses económicos enormes, porque se va a convertir en una de las fuentes principales de petróleo del mundo, además de ser ya una fuente principal de recursos minerales y metales preciosos, y EE.UU. no quiere que nadie entre allí y le haga competencia. Este miedo lo tienen especialmente con China, ya que hace mejores ofertas y pone mejores condiciones a los países africanos. En una situación de libre mercado el país norteamericano tendría pocas opciones con el gigante asiático, y lo saben. Por ello usan su poderío militar como disuasorio o como modo de imponer sus criterios e intereses. Esa es la misión fundamental y real del AFRICOM. Y no es casualidad tampoco que los países africanos que no han aceptado pertenecer a este comando, que son cinco de los cincuenta y cuatro, hayan sido o estén siendo atacados: Libia, Sudán, Zimbawe, Eritrea y Costa de Marfil. 1
De hecho, organismos como el
lobby de Washington AOPIG (Grupo de Iniciativa Política del Petróleo Africano) pidieron la creación de un comando militar específico para África, siguiendo con la inveterada tradición indicada por el general más laureado de los Estados Unidos, Smedley Butler: «La bandera sigue al dólar y los soldados siguen a la bandera».
El informe del AOPIG específicamente pide el «examen y creación de un nuevo comando o subcomando regional» (2002, p.16). Argumentaba que los EE.UU. necesitaban un comando militar que solamente se enfocase en África, «y la falta de un comando regional dedicado unificado o subunificado para salvaguardar la creciente participación estadounidense en el África subsahariana es una clara omisión que puede innecesariamente aumentar el riesgo de los intereses de Estados Unidos en los próximos años». (2002, p.15). 3
La misión del Africom dentro de los motivos de la intervención del poder estadounidense en África es clara, clara si se miran los hechos y los mismos documentos de la Administración estadounidense.
Declaraciones de preocupaciones humanitarias y lealtad a las democracias de otras gentes a un lado, los documentos de estrategia de EE.UU. claramente atestiguan el hecho de que los intereses económicos de EE.UU. son lo primero, y que el AFRICOM fue creado para promover y proteger esos intereses, por encima de todo. 3
Cabe puntualizar, que además del control de los enormes recursos económicos y de mantener a raya a China, estaba el asunto incluso todavía más importante de evitar que África se desarrollase por sí misma, es decir, que los africanos pudiesen marcar el rumbo de su economía y de su política. El mayor rival que tenía en este aspecto el poder económico estadounidense era Muamar Gadafi, un panafricanista con una firme determinación de evitar una nueva recolonización ya prevista para África. Tal rechazo suscita esta intromisión extranjera en el continente africano que la sede central del Africom no pudo ponerse en África, sino en Alemania, en Stuttgart, y Libia tenía buena responsabilidad en ello.
El quid de la cuestión es que el AFRICOM no podría tener sede central en África, debido a un amplio rechazo de los gobiernos a lo largo del continente, y más notablemente… Libia. 3
En la visita que hizo la Secretaria de Estado estadounidense Condoleeza Rice a Libia en septiembre de 2008, Muamar Gadafi de forma diplomática dejó clara su postura de que el Africom no debía asentarse en África. También durante la visita que realizó el hijo de Gadafi, Muatassim Gadafi, en abril de 2009 a Estados Unidos, como Consejero de Seguridad Nacional libio, indicó tanto a la Secretaria de Estado Hillary Clinton, a los diputados del Consejo Nacional de Seguridad, a la CIA o al Departamento de Defensa que:
la Comunidad de Estados del Sahel-Sahara con base en Trípoli (CEN-SAD) y la Fuerza de Reserva de África del Norte (NASF) obviaban la misión de la Asociación Contra el Terrorismo del Trans-Sahara (TSCTP). 4
Esta última promovida por Washington para intentar controlar las políticas de África. El hijo de Gadafi fue mandado asesinar por los dirigentes estadounidenses junto a su padre tras la destrucción de Sirte en octubre de 2011. No es casual que la Secretaria de Estado Hillary Clinton llegase el 18 de octubre de 2011 a Libia, justo antes de los ya preparados asesinatos de Gadafi y de miembros de su familia que sucedieron el día 20. 5 La actitud de Clinton, una auténtica psicópata, sonriendo ante la cámara y celebrando la muerte de Muamar Gadafi ya la conocen. 6
«Vinimos, vimos y murió» -gritaba triunfalmente una jubilante, sonriente Secretaria de Estado de EE.UU. Hillary Clinton delante de un reportero, momentos después de oír la muerte de Gadafi. Macabra, escalofriante y perversa fue esta exposición completamente implacable de como de sanguinario puede ser el poder de EE.UU. Produciéndose inmediatamente mientras las escenas del brutal asesinato de Gadafi eran mostradas en la pantallas a lo largo del mundo, ensangrentado, sodomizado, golpeado, disparado y después expuesto en público mientras su cuerpo se pudría junto a su hijo Muatassim, solo para ser después enterrado secretamente en una tumba no identificada. 7
Estas escenas, junto al la reacción de los propios medios de comunicación occidentales y también de buena parte de la sociedad europea y estadounidense, muestran el grado de degradación moral e intelectual a la que ha llegado nuestra sociedad.
Muamar Gadafi mostró en los años anteriores una postura de respeto y de no injerencia hacia África o Libia por parte de Estados Unidos, y pidió garantías de que Libia no sería atacada. De la misma forma habló con el general estadounidense William Ward sobre la diferente actitud de China. Así calificó:
…el acercamiento chino como suave, el estadounidense como duro. 8
y predijo que:
China prevalecería porque no interfiere en asuntos internos. 8
Además criticó:
…la tendencia de EE.UU. a colocar bases militares cerca de fuentes energéticas, señalando que si los EE.UU. hicieran esto en el Golfo de Guinea, dispararía el terrorismo. 8
El derrocamiento y asesinato de Gadafi promovido por EE.UU. ha disparado la actividad del Africom en África. De hecho, el ataque colonial militar contra Libia fue en realidad una guerra comandada por el Africom. Hasta tal punto es importante esta acción que el general Carter F. Ham ha acreditado que la guerra contra Libia a supuesto la fundación para el Africom en Libia, indicando que «Libia es parte de la esfera del Africom». 10 La caída de Libia ha abierto también la puerta al envío de tropas a otros países, Obama envió ya en el mismo mes del asesinato de Gadafi 100 fuerzas especiales a cuatro países diferentes. 9
La guerra contra Libia es una típica guerra colonial, aunque los ignaros ciudadanos occidentales no hayan sido muy conscientes de esto. A estos se les ha contado una historia infantil, de buenos y malos, de dictadores y valientes rebeldes y luchadores por la libertad, y lo más llamativo y vergonzante es que se la han creído. Hasta tal punto es así, que pese a que los Estados Unidos y sus aliados han posibilitado deliberadamente que organizaciones extremistas islámicas, como Al Qaeda u otras vinculadas a ella, se hayan revitalizado o incluso hayan alcanzado el poder, ver este enlace:
Libia: cuando empezaron sus problemas y Al Qaeda se hizo con el poder gracias a la ayuda occidental; como ocurrió ya en Afganistán y en Yugoslavia, y posteriormente en Irak y ahora sucede en Siria, pese a ello, estos mismos responsables de tal acto se pueden mostrar como los salvadores y defensores contra el terrorismo islámico que ellos han creado. Sería cómico si no fuese tan trágico y tan monstruoso, pero la gente de occidente se lo sigue tragando. Un observador externo a nuestro planeta tendría un muy mal concepto del nivel intelectual y moral de la sociedad occidental. Por ello tenemos que:
De hecho, la inestabilidad que el Africom y la OTAN crearon en Libia, y el grado al cual ayudaron a fuerzas islamistas que Gadafi había combatido desde hace tiempo, aportaron una nueva fuente de «oportunidad» para el Africom para justificar su presencia en Libia. 11
Que en el ataque militar encabezado por el Africom se persiguiese con especial crueldad a los libios de raza negra y a los trabajadores inmigrantes subsaharianos no es casual, se quería romper el carácter panafricanista mostrado por Gadafi, y romper los lazos de unión entre Libia y los países del África subsahariana. Es decir, romper una unión entre países africanos que pudiese suponer un obstáculo a la explotación del continente por parte de los poderes occidentales.
La inserción del Africom en Libia vino de la base de los procesos más fundamentalmente antiafricanos, a saber el lanzamiento de una guerra racista centrada en los africanos no árabes. 11
En realidad, las verdaderas intenciones del Africom se han visto en numerosas ocasiones.
La estrategia de EE.UU. está además claramente orientada a beneficiar y promover los intereses corporativos de EE.UU. Obama enfatizó que trabajando para expandir «la capacidad del África subsahariana para acceder y beneficiarse de los mercados globales, promover la integración regional y fortalecer el gobierno económico», las corporaciones de EE.UU, «pueden y deberían jugar un papel en este proceso». Además, la estrategia de EE.UU. busca asegurar que los recursos africanos fluyen en la «correcta» dirección. En una conferencia en 2008, el Vice Almirante Robert Moeller declaró que el Africom estaba para preservar «el libre flujo de recursos naturales de África al mercado global». 12, 13
Que este «nuevo» colonialismo estadounidense no es muy diferente del viejo colonialismo europeo es algo que no pasa desapercibido a nadie con un mínimo de conocimientos y algo de sentido común. La técnica es tan antigua como eficaz: «divide y vencerás», rompiendo la unión entre países africanos y cualquier ideología panafricana, como la que tenía Gadafi, que fue el líder más importante de África, y, al mismo tiempo, estableciendo gobiernos títeres con ejércitos mercenarios, para que no se vea la mano que realmente mueve los hilos y para que quienes luchen y mueran sean los mismos africanos. Trágica ironía, los africanos matándose unos a otros, siguiendo así sometidos en países subdesarrollados que no avanzan, mientras otros se llevan los beneficios extraídos en forma de materias primas baratas a manos extranjeras.
Gadafi acabó su vida política como un dedicado panafricanista y, cualquiera que sea el pensamiento de uno del hombre, es claro que su visión para África era muy diferente de ser el proveedor subordinado de materias primas y mano de obra baratas para la que el AFRICOM fue creado para mantener. Él no fue solo la fuerza directora detrás de la creación de la Unión Africana en 2002, sino que además había servido como su cabeza elegida, e hizo de Libia su principal donante. Para consternación de algunos de sus colegas africanos, el utilizó su tiempo como líder para empujar hacia los Estados Unidos de África, con una sola moneda, un solo ejército y un solo pasaporte. Más concretamente, la Libia de Gadafi tenía un valor estimado en 150 billones de dólares invertidos en África -a menudo en infraestructuras sociales y proyectos de desarrollo, y esta generosidad le compró muchos amigos, particularmente en las naciones pequeñas. Mientras Gadafi retuviese este nivel de influencia en África, el Africom iba a naufragar. 13
¿Entienden ahora por qué fue asesinado Muamar Gadafi? Es por un tema viejo en el mundo, los países más poderosos militarmente amenazan, someten y explotan a los que son más débiles. Y para la nueva recolonización de África, para esta nueva explotación, Gadafi era el mayor rival, era en realidad un obstáculo insalvable mientras estuviese vivo, por eso lo mataron, por eso lo asesinaron, y no de cualquier modo, sino de un modo lo más cruel posible. Para que sirviese de lección a aquellos que intentasen desafiar de nuevo a los que gobiernan con tiranía el mundo.
El Africom y Gadafi eran enemigos irreconciliables, uno quería someter y el otro no quería ser sometido. ¿Quién creen que tenía más razón? ¿Quién creen que debe ser más admirado y querido?
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1. Mikel Itulain. Estados Unidos y el respeto a otras culturas y países. Libertarias, 2012.
2. U.S. AFRICOM. Public Affairs Office. Fact Sheet: United States Africa Command, 2008.
3. Maximiliam Forte. Slouching towards Sirte. NATO´s war on Libya and Africa. Baraka books, 2012, p.192-198.
4. M. Forte.(2012), p.200
5. M. Forte.(2012), p. 119
6. Mikel Itulain.
Muamar Gadafi: luces y sombras. ¿Es posible la paz?, 20.10.12. Enlace
7. M. Forte.(2012), p.130.
8. M. Forte.(2012), p.203.
9. Dan Glazebrook. The imperial agenda of the US´s «Africa comand» marches on. The Guardian, 14.6.2012.
10. M. Forte.(2012), p.205.
11. M. Forte.(2012), p.206.
12. 11. M. Forte.(2012), p.196.
13. Dan Glazebrook. AFRICOM´s imperial agenda marches on. Black Agenda Report. 18.6.2012.
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