La postura de Hugo Chávez ante el ataque a Libia: la que debió tener la izquierda occidental y no tuvo

Hugo Chávez y Muamar al Gadafi

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La postura del que fuera presidente de Venezuela Hugo Chávez ante la guerra que se desarrolló contra Libia en el año 2011 fue clara desde el primer momento. Él tenía pocas dudas respecto a lo que realmente en el fondo estaba ocurriendo. Pero sus declaraciones y actuaciones fueron muy criticadas, especialmente por la izquierda occidental.
Que la mayor potencia mundial, el imperio actual, estaba detrás de todo ello y no por motivos humanitarios, sino por importantes motivos económicos y políticos, era claro para cualquier persona que conociese la política de África y la de Estados Unidos hacia ella en las últimas décadas. Esto lo pueden ver mejor en este artículo del que les pongo el siguiente enlace: Muamar Gadafi y el AFRICOM. El poder económico norteamericano quería tener un control militar sobre el continente africano, de modo que les garantizase así un control económico.
Él, Hugo Chávez, hablaba ya bien claro en marzo de 2011, cuando los habitantes de Europa y Estados Unidos eran engañados con historias infantiles y completamente ridículas de dictadores sanguinarios que asesinan a su gente y de aviones de combate que  iban a liberar a los libios.
El imperio yanqui, el mismo que según me informa el ministro Izarra ya comenzó la acción militar contra Libia. Esto es muy lamentable, más muerte, más guerra. Son los señores de la guerra. Hay que ver qué irresponsabilidad, qué irresponsabilidad, y detrás de eso la mano de Estados Unidos, y sus aliados europeos. En vez de tomar el camino que nosotros modestamente venimos proponiendo, y hemos hecho esfuerzos con países de África, con países árabes, con otros países hasta de Europa, de América Latina, pero no, la mano del imperio se impone al final.
…no les importa  para nada la vida del pueblo libio. ¿cuándo les importó a ellos la vida de los pueblos? Si siguen bombardeando Irak, Afganistán, la Franja de Gaza. Han matado y han masacrado no solo con sus bombas, sino de hambre y miseria a millones y millones de seres humanos. ¿Quién dijo que al Imperio yanqui le importe nada la vida de nadie en este planeta? 1
Palabras y hechos que muestran  el valor y el bagaje moral e intelectual: político e histórico  de un presidente como debe de ser, seguramente el político más importante del mundo en las últimas décadas, y también que muestran la cobardía e inmadurez de los políticos occidentales y de buena parte de su población.
Respecto a los burdos engaños, sucias tretas y grandes mentiras realizados por las organizaciones humanitarias y los medios de comunicación respecto a Libia les dejo estos otros enlaces:
Pero no solo se trataba de haberse creído estas campañas para propiciar y hacer posible la guerra, sino especialmente de no entender por parte de la población occidental lo que realmente estaba ocurriendo en Libia. Con el engaño de la denominada «Primavera Árabe», una palabra puesta en uso y difundida por los llamados neoconservadores norteamericanos ya en el mismo año 2005, 2 se pretendía medrar en los países del norte de África o de Oriente Medio con la falsa y habitual retórica de la «democracia», la «libertad» o incluso los «derechos humanos» y así poder intervenir del modo que fuese necesario para cambiar las políticas de estos países en función de los intereses de las familias más poderosas (las corporaciones). La campaña de propaganda tuvo éxito y se consiguió engañar a occidente y medrar en el sur y en oriente. Así, parecía que la gente se revelaba contra tiranos que los oprimían y que pedían nuestra ayuda. Una visión, por cierto, históricamente muy colonial. Sin embargo, la «Primavera Árabe» era más una visión occidental que una realidad que estuviese ocurriendo en aquellos países donde se decía que tenía lugar.
Es curioso ver como la misma izquierda toma como propios y propias nombres y estrategias que ha marcado el poder económico, nombres y estrategias que favorecen a este y que por ello fueron creados y difundidos. Lo hemos visto con la denominación de «Primavera Árabe», pero también con la denominación de «dictador brutal», palabra acuñada por George Bush hijo para demonizar a Saddam Hussein, 3 y que se aplica a todos los dirigentes mundiales que no sean del agrado del mundo económico, sean o no dictadores, por ejemplo, Saddam lo era, aunque no peor que Bush, Cameron o Obama, pero ciertamente no lo eran ni Milosevic, ni Chávez, ni Gadafi, ni tampoco Assad, el presidente sirio. La estrategia de la demonización de un líder es efectiva, ya que luego prácticamente nadie se atreve a defender a este, aunque haya sólidas razones políticas, morales e intelectuales para hacerlo. Para ver como la izquierda cae en esta trampa, bien por cobardía mezclada con intereses personales o bien por incluso desconocimiento, recomiendo este artículo: La demonización de un líder o de un gobierno.
Sin embargo, Hugo Chávez, una persona con amplia experiencia y que él mismo ha sufrido estas mismas tretas o similares, no se dejaba engañar tan fácilmente. Veía, acertadamente, el ataque a Libia como un ataque que ya fue dirigido a Venezuela y que podía volver a ser dirigido en el futuro. Ya saben: «cuando las barbas de tu vecino veas pelar…»
Aquí, aquí hay gente que tiene planes parecidos al de Libia, generar violencia aquí, generar violencia interna para luego justificar una reunión del Consejo de Seguridad y entre cinco personas deciden la suerte de un mundo. Y empiezan a esgrimir cualquier tesis, como dijeron el 11 de abril: «Chávez masacró al pueblo», ¿no se acuerdan? Aquí ya pasó eso o una parte de eso. Violencia entre nosotros, provocada por ellos, no por nosotros: militares golpistas, asaltos a un cuartel, etc. Yo recuerdo que el 11 de abril unos pilotos, traidores, venezolanos, querían levantar unos F16 para bombardear Caracas y otros pilotos listos para levantar vuelo y enfrentarse a ellos. Gracias a Dios que no pudieron despegar. Lo mismo pasaba con estos generales golpistas que querían sacar los tanques, solo que los oficiales dijeron que no, «no sacamos tanques». Querían tomar por asalto la Carlota, querían tomar por asalto Miraflores, y fue ahí cuando empezaron a dispararle a la gente, para decir Chávez está masacrando al pueblo y justificar lo mismo que están haciendo ahora en Libia. Una intervención humanitaria, ponle «humanitaria», a punta de bombas, invasión…
Ellos igual hicieron aquí cuando la colonia, igual hicieron aquí en América Latina. Se llevaron toda la plata, todo el oro, las riquezas, piedras preciosas, las perlas de Margarita las acabaron, se las llevaron, en este caso para España, y con eso, que fue un robo, es que ellos se desarrollaron. Saqueando África, saqueando América Latina, saqueando a la India, saqueando al mundo, es la verdad, es la verdad, a mí no me importa nada lo que digan de mí, con la verdad ni ofendo ni temo. 1
Además, calificaba de forma acertada a nuestros gobiernos, los gobiernos occidentales.

Pero en verdad da no solo dolor, sino asco, asco. Entonces uno ve presidentes, supuestamente democráticos de Europa ufanándose, «ya mis aviones están listos para bombardear» … y es que se sienten orgullos de ellos, es que se sienten todavía dueños del mundo. 1

Como ven, tenemos dirigentes bastante deplorables: violentos, con infinidad de crímenes a sus espaldas, además de profundamente racistas.
Chávez no se amilanó como lo hizo la izquierda occidental ante el ataque a Libia. Cuando más sufría el pueblo libio el ataque colonial de la OTAN y de sus mercenarios de a pie yihadistas, vinculados o pertenecientes a Al Qaeda, él mantuvo su apoyo.
Y allá está resistiendo, sorprendiendo al mundo, un pequeño país de cinco millones de habitantes. ¡Viva Libia! [aplausos], ¡Viva Muamar al Gadafi![dicho con rotunda claridad, aplausos].
La OTAN lo que da es vergüenza, además de la moral de los gobiernos europeos, etc, empezando por el yanqui. 4
Que los habitantes occidentales no entiendan ni siquiera hoy que el ataque a Libia fue una típica guerra colonial utilizando mercenarios en el combate a pie, con el asesoramiento de los servicios de inteligencia extranjeros y con el apoyo del bombardeo incesante de los aviones y la marina, se debe a que no sabían prácticamente nada sobre Libia. Sin embargo, para los expertos analistas, no los que cuentan cuentos en los medios de comunicación, para los expertos, digo, como lo eran los del Ejército de los Estados Unidos, lo que ocurrió en Libia era predecible, ellos ya lo veían en el año 2007. Al incidir en el gran número de militantes de Al Qaeda que provenían de Libia, militantes del Grupo Combatiente Islámico Libio que se fusionó con Al Qaeda en el 2007 y militantes que estaban siendo liberados de la cárceles libias debido a la presión exterior, y que iban a practicar terrorismo a Irak. Estos militantes formaban los escuadrones de la muerte que preparó el embajador estadounidense John Negroponte para desestabilizar Irak,  y que luego se usarían para desestabilizar Libia o Siria. John Negroponte ya tenía experiencia en los escuadrones de la muerte creados en El Salvador hacia finales del siglo pasado. Para entender estos sucesos que ocurrían en Libia y su trayectoria histórica, les recomiendo el siguiente informe: Libia: cuando Al Qaeda se hizo con el poder. Pese a todas estas evidencias y a que las revueltas en Libia, como en Siria, fueron desde el primer momento violentas y promovidas fundamentalmente por agentes extranjeros, había intelectuales de gran talla, como Noam Chomsky, que decían lo que debía ser o no ser independientemente de lo que realmente sucedía. 5 Así, el pensador norteamericano quería creer que la revuelta en su origen fue popular y pacífica, aunque los hechos dijesen cosas completamente diferentes 6 y que incluso rivales del propio presidente Gadafi, como el presidente de Uganda, reconociesen como debía actuar el Gobierno libio ante lo que era claramente una insurrección violenta y no manifestaciones pacíficas

Cuando los alborotadores están atacando las comisarías de policía y las instalaciones del ejército con el objetivo de tomar el poder, entonces no son ya manifestantes; son insurreccionistas. Tendrán que ser tratados como tales. Un gobierno responsable tendría que hacer un uso razonable de la fuerza para neutralizarlos. 7

Dan Glazebrook, el periodista y analista político, se mostraba aturdido ante la falta de coherencia y la irresponsabilidad del propio Noam Chomsky ante el ataque a Libia.

…en una entrevista con la BBC, a un mes ya de rebelión -y, sobre todo, a solo cuatro días antes de la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU 1973 y del comienzo de la guerra relámpago de la OTAN- él eligió calificar a la rebelión como «maravillosa». En otra parte el se refirió a la toma de la ciudad del este de Libia, Bengasi, por bandas racistas como «liberación» y a la rebelión como «inicialmente no violenta». 5

No es la primera vez que Chomsky hace cosas de este tipo, creyéndose o inventándose lo que bien le viene creer, ver por ejemplo este caso sobre Siria: El frente humanitario en la guerra colonial contra Siria
Los hechos, como hemos explicado, mostraban cosas bien distintas:

La realidad muestra que los «manifestantes» eran en realidad insurgentes fuertemente armados que arrasaron secciones enteras de las paredes de hormigón armado de una base militar de Bengasi, y después se hicieron con el control de artillería pesada y de vehículos blindados antes de apoyar a los rebeldes armados en las ciudades y pueblos cercanos. 6

Un comportamiento similar, es decir, intentando cambiar la realidad e inventando un discurso de acuerdo o más acorde a interese particulares y a  lo que decían los medios de comunicación corporativos, seguían destacados intelectuales de la izquierda alternativa española, como son Pascual Serrano o Juan Carlos Monedero.
En un escrito que realizó Pascual Serrano junto a Juan Carlos Monedero: Que el miedo al imperio no nos paralice, indicaban:
«Los levantamientos populares que se están sucediendo en los países árabes abren sin duda la peligrosa posibilidad de que despierten, e incluso faciliten, la intervención de las potencias occidentales vía OTAN, con la consecuente tragedia de ocupación, crimen y atropello a la soberanía que caracteriza las intervenciones de la Alianza y los Estados Unidos. 
Muy inteligentemente los gobiernos europeos han abandonado a los dictadores una vez comprobado que no pueden seguir manteniendo la farsa.
Mubarak, Ben Ali, Gadafi, escogieron un camino contrario a los intereses de sus pueblos y fueron arrastrados por el viento popular.» 
 Bien, en el primer párrafo tienen razón muy parcialmente, ya que no hubo levantamientos populares en países como Siria o Libia. Además, en el segundo no aciertan a ver lo que estaba pasando. Los líderes occidentales, nuestros tiranos, utilicemos la palabra apropiadamente, no abandonaron al verse en una  farsa; abandonaron y atacaron a estos gobernantes porque estaban haciendo cosas que no les gustaban, especialmente Gadafi. Habían cometido el delito de buscar la independencia económica de África, encabezados por el líder libio. Recomiendo estos dos artículos, sobre la figura de Gadafi y lo que estaba ocurriendo en el continente africano: Muamar Gadafi: luces y sombras y La guerra de occidente contra el desarrollo africano continúa. El tercer párrafo, al menos en el caso de Gadafi, es completamente falso. Si algo hizo su gobierno desde su llegada, tras una revolución real, fue mejorar la calidad de vida de los libios, hasta convertirlo en el país más desarrollado de África y mejor en muchos aspectos a la propia España ( ver este enlace: Una comparativa entre la democracia en Libia durante la época de Gadafi y la de España). 8
Hugo Chávez, a diferencia de la izquierda occidental, fue un verdadero defensor y luchador por la independencia de las naciones y los pueblos, y contra el colonialismo. Él tenía un gran conocimiento en asuntos de política e historia, y sabía por propia experiencia como se comporta el imperialismo, detectando rápidamente cuando se producía un ataque o intromisión externa. Tenía bagaje moral, político e histórico, bagaje del que carece en gran medida la izquierda occidental. No olvidemos que:

En el contexto latinoamericano algunos líderes han adquirido un un conocimiento avanzado y acumulado del imperialismo de EE.UU., tanto a través del tiempo pasado en confrontación directa con él, como a través de la experiencia personal. 9

Hugo Chávez era uno de ellos.

Lo fundamental es que individuos como Chávez estaban bien «entrenados» para reconocer patrones, para juntar diferentes elementos de información, para analizar críticamente acontecimientos sobre el terreno en el contexto de acciones y proclamaciones pasadas, y para situar acontecimientos aparentemente azarosos en una imagen coherente. En el caso de Libia Chávez estuvo acertado en ver que EE.UU. buscó la primera oportunidad para intervenir militarmente, y el correctamente se opuso a eso y fue consistente sobre ello desde el principio. Chávez estuvo acertado incluso cuando aquellos que debían haberlo sabido mejor afirmaron que los EE.UU. no iban a intervenir militarmente. 9

En esta última frase Maximilian Forte se refiere a, por ejemplo, expertos en política de las universidades, como Immanuel Wallerstein, que fueron incapaces o no quisieron ver la realidad de los acontecimientos. Del mismo modo que actuó la izquierda occidental, sin coherencia, sin rigor, sin valor, sin un análisis serio sobre el terreno y ni siquiera sin realizar un mínimo análisis histórico.
Hugo Chávez estuvo completamente acertado, humana y políticamente, la izquierda occidental completamente equivocada. Y lo que es todavía peor, no han aprendido la lección. Porque seguramente no quieren, no les interesa aprenderla.
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Notas:
1. Hugo Chávez: guerra en Libia. Marzo 2011. Enlace [En este discurso de marzo de 2011, cuando comenzaba el ataque a Libia y se tenía poca información, Chávez hablaba de guerra civil, aunque esta nunca existiese realmente. En sus discursos posteriores, ya con más información, como el de agosto que se adjunta en la nota 4, hablaba claramente de quiénes eran los que atacaban, mercenarios practicando terrorismo al servicio de un poder extranjero a Libia].
2. Charles Krauthammer. The Arab Spring of 2005. The Seattle Times, 21.3.2005.
3. Bush promises Saddam fair trial. BBC, 15.12.2003.
4. Discurso de Hugo Chávez ante el Consejo de Ministros, 1.8.2011. Enlace
5. Dan Glazebrook. Libya and the manufacture of consent. Al-Ahram, noviembre, 2011.

6.Tony Cartalucci. US Libyan policy: zero legitimacy. Land Destroyer.

7. Maximilian Forte. Slouching towards Sirte. NATO´s war on Libya and Africa. Baraka books, 2012, p.285.
8. Mikel Itulain. El «Déjà vu» de Pascual Serrano. ¿Es posible la paz?, 2.9.2013. Enlace
9. Maximilian Forte. Getting it right: Hugo Chávez and the «Arab spring». Zero Anthropology, 14.4.2013.

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