FUENTE: Red Voltaire
Las «Fuerzas de Defensa de Israel» (sic) anuncian a los habitantes de Gaza que van a bombardear el barrio donde viven. La población huye, abandonándolo todo en busca de refugio, a menudo en edificios bajo control de la UNRWA (siglas en inglés de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina y Medio Oriente).
Entonces, los tanques de las «Fuerzas de Defensa de Israel» arremeten nuevamente contra los civiles y los obligan a huir aún más lejos.
Hasta el 25 de julio de 2014 –o sea, 43 días después del secuestro de 3 jóvenes israelíes, secuestro que el gobierno de Netanyahu atribuyó al Hamas –sin presentar la menor prueba– las «Fuerzas de Defensa de Israel» ya habían declarado inhabitable un 44% del territorio de Gaza.
Más de un millón y medio de personas se amontonan ahora en los 158 kilómetros cuadrados que Israel no ha atacado todavía, elevando allí la densidad poblacional a 10 000 habitantes por kilómetro cuadrado, la más alta del mundo.
Iniciada por el general Moshe Yaalon, actual ministro de Defensa de Israel, para «arrancar el Hamas de raíz» [1], la operación militar pudiera cambiar de objetivo ya que parte de los dirigentes israelíes quiere acabar de una vez y todas con el problema palestino expulsando a la mayoría de la población palestina hacia Egipto y Jordania y anexando parcial o totalmente la franja de Gaza [2].
Si se impone en Tel Aviv la opinión de esa facción, en este momento Israel podría anexar fácilmente un 44% del territorio de Gaza.
[2] «La «solution» pour Gaza», por Manlio Dinucci, Il Manifesto – Réseau Voltaire, 25 de julio de 2014.