Por: HENRY LUIS SUÁREZ JIMÉNEZ
Ucrania, país sumido en una confrontación interna alentada desde Occidente, ocupa hoy los titulares de muchos de los medios de comunicación a nivel mundial. Entre tantas informaciones sobre esta nación, es posible siempre identificar algunas que ponen al descubierto las verdaderas intenciones de Estados Unidos, principal instigador de la desestabilización en el país europeo.
Como es usual en el gobierno norteamericano, desde el principio de la crisis ucraniana han sido lobos disfrazados de corderos. Recordemos las “buenas acciones” hechas, con gran cobertura mediática, en la plaza Maidan de Kiev, durante las protestas. Senadores y diplomáticos del imperio mostrando su apoyo a los manifestantes ultraderechistas. ¿Cómo olvidar la imagen de Victoria Nuland, secretaria de Estado Asistente de Estados Unidos para Asuntos Europeos, en la plaza repartiendo alimentos entre los promotores de las protestas?
Esta misma señora, ante una Conferencia Internacional de Negocios en Washington, expresó que Estados Unidos ha invertido en Ucrania cinco mil millones de dólares por concepto de ayudas a la “institucionalidad democrática”, o sea, la palabrería yanqui para decir que han promovido la subversión contra un estado soberano.
Otro tanto hizo el asistente del Secretario de Defensa para la Seguridad Internacional, Dereck Chollet, quien a principios de julio de 2014 informó sobre la “ayuda” que brinda Estados Unidos a Ucrania en el orden militar. En ese sentido, dijo que habían sido entregados kits de primeros auxilios, radios, chalecos antibalas, mantas y uniformes.
En esas propias declaraciones, el funcionario anunció también la entrega de cascos, dispositivos de visión nocturna, de visión térmica y robots para el manejo de explosivos, como parte de una asistencia supuestamente “no letal”.
Lo insólito es que se han suscitado quejas entre los soldados ucranianos sobre la poca efectividad de los chalecos entregados. Además, cerca de dos mil kits médicos entregados a la 25 Brigada Aerotransportada ucraniana han llegado vacíos. Así lo han reportado blogs dedicados al seguimiento de temas militares como Historia y Tecnología Militar. ¿Qué ha pasado? ¿Deberíamos asombrarnos ante situaciones como esta?
Absolutamente no, Estados Unidos tiene bastante experiencia en esto de robos y falsas ayudas. En Irak, por ejemplo, se evaporaron más de nueve mil millones de dólares destinados al programa de reconstrucción del país luego de la invasión. Los responsables, el entonces secretario de Defensa Donald Rumsfeld y Paul Bremer, designado administrador civil para Irak.
Y no creamos que estos robos sean exclusivos de conflictos militares convencionales, porque en la misma Ucrania, víctima reciente de una campaña de Guerra No Convencional, todo el oro de la reserva del país fue llevado hacia Estados Unidos en una operación encubierta, según publicó el diario en idioma ruso Iskra-News.
Las 42 toneladas de oro equivalen a más de dos mil millones de dólares, y así se compensaría de seguro una buena parte de los cinco mil millones “invertidos” por Estados Unidos en los opositores ucranianos, que llegaron al poder tras el golpe de estado.
Conque, apoyar los movimientos insurgentes es solo uno de los objetivos del gobierno de Estados Unidos. Existen planes estratégicos del imperio para cuyo cumplimiento se valen de cualquier artimaña, engañando a la opinión pública mundial. En Ucrania, hay que vender la imagen de un gobierno de Estados Unidos colaborador con el pueblo, cuando en verdad aprovechan para saquearlo y utilizarlo en virtud de sus intereses estratégicos.
Libia, y Ucrania hoy, nos han mostrado que también la Guerra No Convencional es una acción de rapiña imperialista. Así lo demuestran el robo, el caos y la corrupción imperante en estos países.
La mentira y las falsas ayudas por parte de Estados Unidos, siempre llevan intrínsecas las verdaderas intenciones de estos piratas del siglo XXI.