Así funciona el Poder
Probablemente deberíamos sonreír, asistiendo como estamos a la debacle del Partido Socialista. Ya hemos escrito mucho sobre ellos, pero nos queda lo mejor, la retransmisión en directo de su inestimable implicación en el funcionamiento de las élites.
Felipe González ha sacado las tanquetas, y como ocurre cada vez que hay un “golpe de estado”, sus admiradores llaman a filas, mientras el resto asiste con miedo al más que posible hundimiento de su embarcación.
La fortaleza andaluza ha hecho llegar su llamada hasta a los reservistas jubilados, y entrará en Madrid como solo lo hacen los grandes caudillos, armados de todo su orgullo y prepotencia.
Pero que ésto no os lleve, por favor, a pensar que Pedro Sánchez sea un bendito. Todos sus movimientos pidiendo la voz de los militantes se han producido para guardar sus espaldas en el cargo, no para liderar un proceso socialista y obrero.
En este partido no hay entre sus líderes y valedores quien pretenda dirigirlo hacia latitudes que busquen la justicia social y la paz.
Así que lo que estamos presenciando es el movimiento más convulso de los cimientos del poder, y no lucha ideológica alguna para esperanza de los más ingenuos.
Y muy nerviosos estarán miles de afiliados con cargo, empleo relacionado o posibilidad de acceso a él, porque han de posicionarse sí o sí, midiendo sus porcentajes de éxito porque de ello dependerá la tajada que puedan llevarse o… no.
Si yo fuera militante de base socialista, iría raudo y veloz a poner barricadas toda la semana a la N-IV, porque por allí ha de pasar el grueso del ejército, y la garantía perpetua de los valedores de la supremacía y la autoridad.
P.D.: A Felipe González solo le falta encadenarse al Palacio de la Bolsa de Madrid y desde allí arengar a sus amigos para impedir el triunfo de la democracia.
joséluis vázquez domènech, sociólogo
www.undominiopropio.com
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