Fuente: Red Voltaire
El 73,42% de los sirios en edad de votar acudieron a las urnas el martes 3 de junio de 2014, ignorando así los llamados de los 11 países del Grupo de Londres (remanente de lo que antes fue los «Amigos de Siria») y de la Coalición Nacional de la oposición exterior que se habían pronunciado por un boicot de la elección presidencial organizada en la República Árabe Siria.
La Coalición Nacional pretendió justificar su llamado al boicot de la elección presidencial siria afirmando que controla el 60% del territorio nacional, lo cual no tiene absolutamente nada que ver con la realidad.
El hecho es que los funcionarios de la República Árabe Siria están presentes en prácticamente todo el territorio nacional, con excepción de la zona fronteriza con Turquía y de algunas zonas (más bien bolsones dispersos) bajo control de los Contras.
La Coalición se empeña a la vez en atribuir al presidente saliente, Bachar al-Assad, toda una serie de crímenes contra la humanidad así como la práctica sistemática de la tortura y haber ordenado bombardear a su propio pueblo.
Sin embargo, el voto anticipado de los sirios residentes en el exterior dio lugar a una participación masiva que se tradujo en verdaderas manifestaciones multitudinarias tanto en Líbano como en la vecina Jordania, lo cual demuestra rotundamente que los refugiados sirios no salieron de su país para «huir del régimen» sino a causa de los crímenes contra la población perpetrados por los mercenarios extranjeros.
360 medios de la prensa extranjera, de todos los países, se acreditaron ante las autoridades sirias para cubrir la elección presidencial realizada el 3 de junio.
Las autoridades sirias es esforzaron, por su parte, por respetar minuciosamente las reglas democráticas establecidas en la nueva Ley Electoral, tanto en lo concerniente a la organización de la campaña electoral como en la organización y realización del escrutinio. Toda la prensa acreditada pudo circular libremente y comprobar la honestidad que caracterizó la realización del escrutinio.
Los resultados oficiales, proclamados en la noche del 4 de junio, son los siguientes:
Bachar al-Assad (miembro del partido Baas, de confesión alauita) obtuvo 10 millones 319 723 votos, lo cual representa el 88,7% de los votos válidos y el 65% de la población en edad de votar;
Hassan al-Nuri (liberal, de confesión sunnita), obtiene 500 279 votos, o sea un 4,3% de los votos válidos;
Maher el-Hajjar (comunista, de confesión sunnita), obtiene 372 301 votos, o sea un 3,2% de los votos válidos.
Boletines en blanco y anulados: 3,8%
Bachar al-Assad (miembro del partido Baas, de confesión alauita) obtuvo 10 millones 319 723 votos, lo cual representa el 88,7% de los votos válidos y el 65% de la población en edad de votar;
Hassan al-Nuri (liberal, de confesión sunnita), obtiene 500 279 votos, o sea un 4,3% de los votos válidos;
Maher el-Hajjar (comunista, de confesión sunnita), obtiene 372 301 votos, o sea un 3,2% de los votos válidos.
Boletines en blanco y anulados: 3,8%
Al anunciarse el por ciento de participación en la elección presidencial, miles de personas salieron a las calles en las principales ciudades sirias para festejar el resultado del escrutinio.
A pesar de los llamados de la Presidencia de la República solicitando a los ciudadanos que no expresaran su alegría haciendo disparos al aire, en numerosos lugares de las grandes ciudades pudieron oírse disparos de celebración mientras que otros ciudadanos celebraban haciendo sonar el claxon de sus vehículos.
Para los sirios, la propaganda de las potencias occidentales y de las monarquías del Golfo tendiente a disfrazar de «revolución» lo que en realidad es una agresión extranjera contra Siria carece de la menor credibilidad. Al igual que la pretensión de la Coalición Nacional de erigirse en representante del pueblo sirio.