María Eugenia Claros Bravo
20 de abril, 2014
Definitivamente, hay una lluvia de tristeza en el mundo.
Y no es para menos. El gigante de la literatura se fue de prisa. Su arte literario se plasmaba en su compromiso de ideales políticos y esto es lo que nos desgarra el alma.
Para mí es muy difícil contener las lágrimas cuando escribo estas líneas…
En mi trayectoria como periodista, me tracé tres metas:
-Entrevistar a la combativa Rigoberta Menchú Tum y logré el objetivo, encontré en su mirada una expresión profundamente liberadora.
-Entrevistar al monumental Eduardo Galeano y cumplí el objetivo, encontré a la eminencia de un ser
humano íntegro y único.
Me faltabas vos maestro querido, teníamos la fecha, el día, la hora… me dejaste con la palabra en la boca, con la grabadora y mi agenda esperándote……………..Dios, Cuánta tristeza siento……………
Llegaré al ocaso de mi vida periodística, como una competidora que se quedó en medio tramo sin llegar a la meta….qué impotencia………………
Seguí muy de cerca tus pasos porque tus letras y convicciones me inspiraron en la lucha por la vida y por la libertad.
Te admiré siempre, porque calificaste a las dictaduras políticas como barbaridad colonial y como acciones deleznables.
Te admiré siempre porque fuiste un crítico innato de los sistemas políticos de ultra derecha en América Latina.
Te admiré, porque vos también admiraste y acompañaste al más grande hombre revolucionario de todos los tiempos como es FIDEL y dijiste de manera contundente una vez: “soy amigo de Fidel y no soy enemigo de la revolución. Eso es todo”
Cómo olvidarte maestro querido si en una ocasión incluso te fuiste hasta el vientre del monstruo y llevaste un mensaje de Fidel a Bill Clinton donde le proponía a Estados Unidos una cooperación en la lucha contra el terrorismo, y la reacción del imperio fue bestial, porque inmediatamente detuvieron a los combativos antiterroristas cubanos.
No importa que no me hayas esperado….que vayas bien Maestro….te mereces honor y gloria, porque decidiste seguir el camino vidrioso y espinoso por donde dejan sus huellas los pobres y explotados del mundo.
Hasta la victoria final mi querido Gabo.
María Eugenia Claros B.
Directora Periódico Visión Z
Bolivia