Francia: las élites y los medios caen en las fantasías conspiracionistas

qaw
FUENTE:Investig’Action / Bahar Kimyongur
Desde la guerra de Argelia, Francia no había conocido semejante atmósfera de Inquisición. En la actualidad, ya no se puede criticar a las élites del país, a sus políticas belicistas y a sus atentados a la libertad de expresión, sin que se le sospeche a uno de ser un teórico del complot con amistades sospechosas, de ser un negacionista sin saberlo, o incluso descaradamente un nostálgico del Tercer Reich. Sin embargo, sobre algunos temas como Siria, las teorías del complot mas dudosas se difunden abundantemente sin ningún pudor en los medios dominantes. Después de la tesis racista y delirante del complot alauí a la cabeza del Estado sirio, la que hoy esta más en boga es la que hace de Al Qaeda una invención del presidente sirio Bashar Al Assad. Toda esa fábula reposa en un acontecimiento: la liberación de militantes salafistas de las prisiones sirias al comienzo de las manifestaciones de marzo de 2011.
La primera constatación sorprendente es que los autores de esa teoría reprochan al régimen sirio su laxismo en la lucha contra las corrientes religiosas radicales.
Al proferir esa critica, en cierto modo animan al régimen sirio a seguir deteniendo a los prisioneros salafistas.
Sin embargo, existe un principio universal que esos mismos agitadores anti-sirios no dejan nunca de recordar: la presunción de inocencia.
Incluso en una dictadura militar, suele ocurrir que se persiga y castigue a peligrosos provocadores, y que mas tarde sean liberados porque no han cometido (todavía) crímenes de sangre.
¿Se le puede reprochar a la dictadura siria de haber sido demasiado democrática al proclamar una amnistía general con la clara intención de calmar la situación?
¿Qué se hubiera dicho si el presidente sirio se hubiera abstenido de liberar a los militantes islamistas?
Sin duda nunca tendremos una respuesta a nuestras preguntas elementales y legitimas.
Poco tiempo después de su liberación de la prisión de Sednaya por la amnistía decretada en mayo de 2011, y que afectó a miles de activistas de todas las tendencias (una precisiónque nuestros medios evitan mencionar), varios militantes salafistas se radicalizaron yabrazaron la lucha armada.
Los mas famosos son Hassan Aboud, el fundador del grupo yihadista armado denominado los Libres del Levante (Ahrar al Cham), Ahmad Ayssa Al Cheikh, líder de los Halcones del Levante (Souqour al Cham) activos en Idlib y en Zahran Alloush, y el jefe supremo del Ejército del Islam (Jaish al Islam), implicado en el frente de Damasco.
El 23 de noviembre de 2013, esas tres organizaciones se fusionaron con otros grupos yihadistas para formar el Frente Islámico, que cuenta hoy con cerca de 80.000 hombres.
Resumamos: cuando el régimen de Damasco detiene a los militantes islamistas, el régimen tiene la culpa.
Cuando los suelta al mismo tiempo que miles de sirios de todas las tendencias, el régimen también tiene la culpa.
Admitamos que el régimen haya facilitado la organización de esos movimientos armados yihadistas.
La organización de la cual forman parte Hassan Aboud, Ahmad Al Cheikh y Zahran Alloush esta precisamente en competición con los dos grupos afiliados a Al Qaeda, es decir el Frente al Nosra y el Estado islámico de Irak y del Levante (Daech). Además, el Frente islámico esta apoyado oficialmente por las monarquías del Golfo y se le describe por nuestros medios como «islamista moderado».
Vaya, pues. ¿Bashar sería a la vez el fundador de los grupos armados yihadistas de Al Qaeda y de los grupos armados yihadistas en lucha contra Al Qaeda?
¿Bashar estaría entonces a la vez con y contra Arabia Saudí, con y contra Occidente, con y contra Al Qaeda?
A esto, no se hubiera atrevido ni siquiera el humorista Dieudonné.
Un pequeño recordatorio de los acontecimientos ayudará sin duda a nuestros expertos a liberarse de su «confusionismo» compulsivo.
¿Quién ha negado la presencia de Al Qaeda en sus filas? La oposición siria (*).
¿Quién ha amenazado de aliarse con Al Qaeda en caso de rechazo de intervención militar directa por parte de la OTAN en Siria? La oposición siria.
¿Quién ha saludado la presencia de Al Qaeda en sus filas? La oposición siria.
¿Quién se ha rebelado contra la inscripción de Al Qaeda en las listas de organizaciones terroristas? La oposición siria.
¿Quién se alista en las filas de Al Qaeda? Opositores sirios y yihadistas extranjeros.
¿Quién arma y financia a los grupos afiliados o cercanos a Al Qaeda? Opositores sirios exiliados, donantes wahabies y el régimen saudí.
En medio de todo eso, ¿donde se encuentra a Bashar? En la resistencia contra Al Qaeda.
¿Puede ser Bashar el amigo de una organización como Al Qaeda, que odia el nacionalismo árabe, la laicidad, el principio de ciudadanía, el Islam de las luces, las corrientes musulmanas heterodoxas y las minorías no musulmanas? Esa idea es absurda e incluso difamatoria.
¿Puede ser Bashar el aliado de una organización como Al Qaeda, que ha masacrado a sus compañeros, sus partidarios, sus amigos y miembros de su familia? Es como afirmar que durante la segunda guerra mundial, el general de Gaulle y las SS eran socios.
¿Es Bashar quien recluta a los jóvenes voluntarios para el yihad en Siria, en las calles de Londres, Amsterdam o Bruselas? No.
¿Es Bashar quien vigila los aeropuertos internacionales por donde transitan alegremente esos jóvenes voluntarios del yihad? No.
¿Es Bashar quien pilota los aviones de la Turkish Airlines, que transportan masivamente a los candidatos al yihad? No.
¿Es Bashar quien controla los pasaportes de los yihadistas en la frontera turca? No.
¿Es Bashar quien ordena a los soldados turcos apagar los proyectores de sus torres de vigilancia, durante el paso de los yihadistas y de sus cargamentos de armas? No. (ver Luc Mathieu, Libération, 13 décembre 2013).
¿Es Bashar quien, desde el comienzo del conflicto, envía centenares de aviones de cargamento repletos de armas desde Arabia Saudí, Catar, Croacia o Libia, a destinación de los grupos yihadistas, entre los cuales se encuentra Al Qaeda? No.
¿Quién combate a Al Qaeda desde el comienzo del conflicto? El ejército sirio.
¿Quién se hace fusilar, masacrar, decapitar, descuartizar, desposeer por Al Qaeda desde el comienzo del conflicto? El ejército y la población siria lealista o neutra, y desde hace unas semanas los grupos yihadistas en competición.
¿Qué conclusión podemos sacar de esas evidencias?
Desde su aparición en la guerra de Afganistán, Al Qaeda nunca ha cambiado de bando. La red terrorista siempre ha servido de coartada y de fuerza supletiva en las guerras imperialistas contra Estados soberanos y desobedientes.
Sucede que de tanto en tanto Al Qaeda la tome contra sus antiguos jefes.
Efectivamente, la red terrorista se ha reforzado y vuelto autónoma paulatinamente. Tiene su propia agenda, es decir la instauración de un califato mundial y la sumisión de los pueblos a su hegemonía.
Por lo visto, nuestros autoproclamados expertos de Siria han olvidado rápidamente que Al Qaeda es un monstruo que se escapó de los laboratorios de la CIA y que los Saud han soltado en todas partes donde sus intereses se veían amenazados.
Al Qaeda sembró el terror en los campos palestinos del Líbano durante los años 2000. La red terrorista era inexistente en Irak antes de la invasión USA en 2003. Infiltró Siria en los anos que siguieron a esos dos sucesos, a partir del Líbano y de Irak.
A pesar de todos esos hechos concretos, algunos periodistas han descrito a Al Qaeda como un «regalo hecho a Bashar»(Le Point, 10 avril 2013).
En una entrevista acordada al diario saudí Al-Hayat, François Hollande ha acusado al presidente sirio Bashar Al Assad de no «combatir» a los «extremistas», sino de «utilizarlos para hacer presión sobre la oposición moderada» (AFP, 31 décembre 2013).
Difícilmente el presidente francés podría haber hecho una pedagogía mas grosera.
Todo el mundo sabe, empezando por la agencia de prensa de la oposición llamada el Observatorio sirio de los derechos humanos (OSDH), que el ejército sirio ha neutralizado, en solamente unas semanas, a más militantes de Al Qaeda que todos los ejércitos del mundo reunidos, o sea a varias decenas de militantes al día.
Además, los bastiones de Al Qaeda se sitúan entre Idlib y Alepo y entre Raqqa y Deir Ezzor, o sea en zonas alejadas de los territorios controlados por las fuerzas lealistas.
Como numerosos expertos franceses lo han explicado varias veces, el ejército sirio no tiene fuerzas para desplegarse en todo el territorio del país. Prosigue una estrategia de ganar tiempo, avanzando lentamente a partir de los territorios que controla, de Homs a Hama, luego de Hama a Khanasser, luego de Khanasser a Al Safira, luego de Al Safira a Alepo, etc.
Sin embargo, es evidente que los servicios secretos sirios intentan infiltrar a Al Qaeda para destruirla como cualquier servicio de espionaje en guerra contra la red terrorista.
¿Puede reprochársele al régimen sirio lo que hacen los Estados europeos para protegerse de Al Qaeda?
Mientras que algunos expertos continúan negando la evidencia, gracias a los esfuerzos de reconciliación y a la atmósfera de diálogo que se ha instalado en el marco de las negociaciones llamadas Ginebra 2, numerosos grupos rebeldes cercanos al Ejército sirio libre han decidido firmar una tregua con el ejército árabe sirio en Barzé, Douma, Darayya y Moudamiyyat al Cham, es decir en localidades que rodean a la capital Damasco (France 24, 23 janvier 2014).
Se trata de una colaboración real entre ejército lealista y rebeldes. Estos últimos entregan su armamento pesado al ejército sirio a cambio de lo cual pueden controlar sus barrios contra las incursiones de Al Qaeda.
Esas treguas han permitido volver a sus casas a miles de desplazados.
Por una vez que rebeldes y lealistas fraternizan, el acontecimiento habría podido ser saludado por los grandes expertos del conflicto sirio y mediatizado a su justa medida.
Pues no.
Debemos deducir de eso que la paz en Siria apenas interesa a las élites francesas.
(*) Nos referimos aquí a la oposición pro saudí y pro occidental que gravita en torno a la Coalición nacional siria..

Facebooktwittermailby feather
, ,

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *