3 de febrero, 2014
RT
Las hostilidades entre los manifestantes antigubernamentales y la Policía ucraniana han entrado en una fase relativamente pasiva. Mientras tanto, han empezado a sonar cañonazos en el campo diplomático.
Los primeros proyectiles verbales contra el Gobierno de Ucrania los lanzaron desde la Unión Europea. Las cuentas de Twitter de los políticos comunitarios se llenaron de críticas hacia la Administración del presidente Yanukóvich y de fotos con los líderes de la oposición. Así, el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, publicó una imagen tomada durante su reunión con Vitali Klichkó, campeón mundial de boxeo de pesos pesados en numerosas ocasiones y una de las figuras más destacadas de la protesta ucraniana.
Luego llegó el turno de los diplomáticos norteamericanos, como el embajador de EE.UU. en Ucrania, Geoffrey Pyatt. Inspirado por el afán revolucionario en Kiev, Pyatt escribe sus tuits sobre los activistas de Maidán en inglés y en ucraniano. En referencia a uno de los manifestantes, Dmitri Bulátov, secuestrado y torturado por un grupo de desconocidos, el embajador expresa su solidaridad con él y se alegra de que actualmente esté a salvo y pueda recibir asistencia médica.
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, ha sido más directo en sus reflexiones sobre el futuro de Ucrania. «Las propuestas del presidente Yanukóvich todavía no han alcanzado un nivel adecuado de reforma y de disposición a compartir el futuro. No lo suficiente como para que la oposición se sienta dispuesta a sentarse y a formar un Gobierno de unidad nacional», puntualizó.
Los líderes de la oposición ucraniana fueron invitados a la conferencia de seguridad en Múnich, donde les dieron una bienvenida cordial. La alta comisionada de la Unión Europea para la Política Exterior y la Seguridad, Catherine Ashton, comunicó que la UE y EE.UU. están elaborando un plan para destinar a Ucrania a corto plazo un paquete significativo de ayuda financiera.
«Claro que no es ético; pero es que además es una prueba palpable y evidente de que estamos ante un golpe de Estado dirigido desde el exterior. A los grupos de la oposición de ningún país de la Unión Europea se les ocurre ir a reunirse con líderes extranjeros para tratar la situación interna en su país. Es evidente que estos grupos de la oposición están en contacto con potencias extranjeras para llevar adelante la crisis política que sufre Ucrania», opinó el analista político Juan Antonio Aguilar.
Rusia, por su parte, condena la involucración de Occidente en la política interna de Ucrania y critica la ajetreada agenda de los altos funcionarios comunitarios en Kiev, en particular los viajes de Ashton y del comisario europeo de Ampliación y Política de Vecindad, Štefan Füle. «Creo que el pueblo ucraniano puede llegar a comprender el problema por sí mismo. Rusia nunca va a entrometerse. Puedo imaginar cómo reaccionarían nuestros socios europeos si, en plena crisis en Grecia o en Chipre, nuestro ministro de Relaciones Exteriores se presentara en una manifestación antieuropea y se pronunciara. Creemos que no es lo correcto y, teniendo en cuenta los detalles concretos de las relaciones entre Rusia y Ucrania, para nosotros esto es inaceptable e imposible», puntualizó el presidente ruso, Vladímir Putin..
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